Stefan Lochner fue un pintor del gótico tardío activo en Alemania. Entre sus obras se encuentran retablos cristianos y manuscritos iluminados. Se conservan pocos datos de su vida. El aspecto escultórico de los paños que llevan las figuras de sus cuadros y su apariencia naturalista indican que pudo haberse formado en los Países Bajos o que recibió la influencia de artistas neerlandeses como Jan van Eyck.
Stefan Lochner (el Maestro Dombild o el Maestro Stefan; c. 1410 - finales de 1451) fue un pintor alemán que trabajó en el periodo gótico internacional tardío. Sus cuadros combinan la tendencia de esa época a las líneas largas y fluidas y a los colores brillantes con el realismo, las texturas virtuosas de las superficies y la iconografía innovadora de principios del Renacimiento del Norte. Afincado en Colonia, centro comercial y artístico del norte de Europa, Lochner fue uno de los pintores alemanes más importantes antes de Alberto Durero. Las obras que se conservan incluyen óleos de un solo panel, polípticos devocionales y manuscritos iluminados, en los que a menudo aparecen ángeles extravagantes y de alas azules. En la actualidad, se le atribuyen con seguridad unos treinta y siete paneles individuales, pero se sabe menos de su vida. Los historiadores del arte que asocian al maestro del Retablo de Dombild con el histórico Stefan Lochner creen que nació en Meersburg, en el suroeste de Alemania, hacia 1410, y que pasó parte de su aprendizaje en los Países Bajos. Los registros indican además que su carrera se desarrolló rápidamente, pero que se vio truncada por una muerte prematura. Sabemos que el consejo de Colonia le encargó, hacia 1442, la decoración de la visita del emperador Federico III, un acontecimiento importante para la ciudad. Los registros de los años siguientes indican una riqueza creciente y la compra de varias propiedades en la ciudad. A partir de entonces, parece que se excedió en sus finanzas y se endeudó. La peste asola Colonia en 1451 y ahí, aparte de los registros de acreedores, termina la mención a Stephan Lochner; se supone que murió ese año, con unos 40 años de edad.
La identidad y la reputación de Lochner se perdieron hasta el resurgimiento del arte del siglo XV durante el periodo romántico de principios del siglo XIX. A pesar de la exhaustiva investigación histórica, la atribución sigue siendo difícil; durante siglos se agruparon varias obras asociadas y se atribuyeron vagamente al Maestro Dombild, un apelativo tomado del Retablo Dombild (en inglés cathedral picture, también conocido como Altarpiece of the City's Patron Saints) que todavía se encuentra en la Catedral de Colonia. Una de las anotaciones del diario de Durero fue clave, 400 años después, para establecer la identidad de Lochner en el siglo XX. Sólo dos obras atribuidas están fechadas, y ninguna está firmada. Su influencia en las sucesivas generaciones de artistas del norte fue considerable. Aparte de las numerosas copias directas realizadas a finales del siglo XV, pueden verse ecos de sus paneles en obras de Rogier van der Weyden y Hans Memling. La obra de Lochner fue elogiada por Friedrich Schlegel y Goethe por sus cualidades, especialmente por la "dulzura y gracia" de sus Madonnas.
