Bodegón con cesta de fruta (obra de arte)
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Acerca de
Las conchas marinas exóticas, los insectos y frutos cuidadosamente observados y los raros híbridos de flores eran elementos de la fascinación holandesa del siglo XVII por el mundo natural. Una manifestación extrema de esta curiosidad fue la "tulipomanía", la locura de los coleccionistas que gastaban enormes sumas para adquirir bulbos de tulipán individuales, como el que produjo la variedad rayada de este bodegón. Las conchas están representadas con tal exactitud que pueden identificarse como especies de los mares de las costas de las Indias Orientales y Occidentales y de África. Éstas y la porcelana china son una prueba del amplio ámbito comercial de los mercaderes holandeses.
Van der Ast se especializó en cuadros de este tipo de objetos, admirados por su verosimilitud con la naturaleza, así como por las asociaciones morales vinculadas a los motivos individuales. Por ejemplo, el pintor seguía con frecuencia la convención de esparcir criaturas diminutas y frutas estropeadas en los cuadros como recordatorio de la naturaleza transitoria de la vida. La mariposa, el saltamontes y la fruta sólo existen durante un breve periodo de tiempo. La belleza desvanecida de las flores cortadas refuerza esta idea, pero al igual que las conchas, pueden haber ofrecido una crítica a la práctica de despilfarrar el dinero en objetos de curiosidad. Resulta interesante que las frutas y las flores aparezcan juntas, aunque provengan de diferentes temporadas de cultivo. Como muchos de sus contemporáneos, Van der Ast habría utilizado estudios que luego combinó en sus composiciones.
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